¿Por qué no bajas grasa aunque entrenas y comes bien?

24.06.2025

Introducción

"Entreno 4 días por semana, como bastante sano… pero no hay manera. No bajo grasa."
¿Te suena?

Es una de las frases más repetidas entre personas que llevan tiempo esforzándose sin ver resultados.
Y aunque a simple vista parece que están haciendo las cosas bien, hay varios factores que pueden estar saboteando ese proceso.

En este artículo analizamos por qué, incluso cuando entrenas y cuidas tu alimentación, puedes no estar consiguiendo los resultados que esperas. Y cómo un enfoque más estructurado puede marcar la diferencia.

1. Entrenar no es suficiente si no hay una estrategia detrás

Muchas personas repiten rutinas genéricas que encuentran por internet, sin tener en cuenta su nivel, su capacidad de recuperación o su estilo de vida.

Entrenar más no siempre significa entrenar mejor.

Sin una progresión clara, sin ajustes semanales y sin una estructura basada en tu evolución real, lo más probable es que tu cuerpo se adapte... y deje de responder.

Un programa de entrenamiento personal bien planteado te asegura que cada fase tenga un objetivo, que avances poco a poco y que no entrenes por entrenar.

2. Comer sano no siempre significa estar en déficit

"Como sano", "he quitado los fritos", "ya no como bollos"...
Pero si no estás en déficit calórico, no vas a perder grasa.

Y el déficit no es simplemente "comer menos". Es comer de forma ajustada a tu gasto real, con una estrategia que tenga en cuenta tu entrenamiento, tu día a día y tu adherencia.

Por eso, en muchos programas de entrenamiento personal online, se incluye una revisión nutricional o un seguimiento alimenticio, para asegurarse de que no estás "comiendo bien"... pero manteniéndote en mantenimiento o incluso en superávit sin darte cuenta.

3. Falta de constancia real (aunque no lo veas)

Otra razón por la que muchas personas no progresan es porque creen que son más constantes de lo que realmente son.

- Una semana entrenas 4 días, otra 2.

- Una noche cenas fuera, otra te saltas el desayuno…

- Vas improvisando según el día.

Todo eso suma. Y si no llevas un registro claro, es fácil engañarse a uno mismo.

Tener un sistema de seguimiento semanal y feedback individualizado (como en un buen programa de entrenamiento personal online) permite detectar estas variaciones y corregirlas a tiempo.

4. Estás estancado en la zona de confort

Cuando repites siempre los mismos ejercicios, con los mismos pesos, en las mismas condiciones...
tu cuerpo ya no tiene motivos para cambiar.

La pérdida de grasa, y en general cualquier transformación física, requiere salir del piloto automático.

Esto no significa machacarse cada semana, sino aplicar una sobrecarga progresiva inteligente, con fases bien organizadas, cambios medidos y adaptaciones estratégicas.

Y eso solo se consigue con planificación, análisis y ajustes constantes.

5. No estás entrenando con la intensidad que crees

Este es uno de los errores más comunes.
Muchas personas creen que entrenan fuerte… hasta que se graban y lo ven con otros ojos. O hasta que un entrenador les corrige la técnica y les ajusta la carga.

No se trata de sudar más ni de hacer más repeticiones. Se trata de que cada serie esté bien ejecutada, al ritmo y con la carga adecuada para que sea realmente efectiva.

El entrenamiento personal online con corrección por vídeo es una de las herramientas más útiles para esto: permite afinar la ejecución y asegurarse de que cada ejercicio cumple su función.

Conclusión

Si llevas tiempo entrenando y cuidando tu alimentación, pero no ves cambios… el problema no eres tú.
El problema es que probablemente te falta lo que marca la diferencia:

- Una planificación ajustada a ti.

- Seguimiento real que detecte los fallos invisibles.

- Un sistema que te exija lo justo y te saque de la zona de confort.

- Herramientas que midan tu progreso con claridad y objetividad.

A veces, el siguiente paso no es hacer más, sino hacerlo con estructura, estrategia y acompañamiento profesional.